El Congreso de Viena fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena, convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I y reorganizar la forma e ideologías políticas del Antiguo Régimen. Así pues, su intención era volver a la situación anterior a la Revolución Francesa de 1789. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815. Los acuerdos tuvieron vigencia en los territorios de Europa Central y del Este hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la paz se consiguió mediante el establecimiento del absolutismo. Fue convocado por el emperador de Austria Francisco I, diciendo éste al final del congreso que la nueva Europa era la Europa de la Restauración. Pese a las medidas que se concertaron para mantener a raya a los enemigos del Antiguo Régimen, no se pudo evitar la difusión de las ideas liberales y socialistas que provocaron las revoluciones de 1830 y 1848.
Klemens von Metternich, que presidió la conferencia, y Charles Maurice de Talleyrand, que actuaba en representación de Luis XVIII, el cual consiguió varios éxitos para Francia pese a la derrota, fueron los protagonistas más destacados. Cabe mencionar, además, el zar Alejandro I de Rusia, quien tuvo un papel clave en el Congreso y vino acompañado por sus consejeros Karl Nesselrode y el conde Andrey Razumovsky con el objetivo de unificar los Estados alemanes e implantar un régimen constitucional en Polonia. Estuvieron presentes también Francisco I de Habsburgo y Federico Guillermo III de Prusia (acompañado de Hardenberg y Humboldt), junto con representantes del Reino Unido, primero Lord Castlereagh y después el Duque de Wellington (quien tuvo que salir al auxilio de Europa cuando Napoleón escapó de la isla de Elba mientras se estaba celebrando el congreso en 1815) y antiguos aliados de Napoleón, como los reyes de Sajonia y de Dinamarca. También hubo españoles (marqués de Labrador), portugueses (Pedro de Sousa Holstein, Conde de Palmela; António Saldanha da Gama; Joaquim Lobo da Silveira), Estados germánicos (Hannover, Baviera y Wurtemberg), eslavos, nórdicos (Suecia) y enviados de los Estados Pontificios. Todos coincidieron en estar unidos y permanecer vigilantes contra los liberales, los republicanos y los ateos.
Klemens von Metternich, que presidió la conferencia, y Charles Maurice de Talleyrand, que actuaba en representación de Luis XVIII, el cual consiguió varios éxitos para Francia pese a la derrota, fueron los protagonistas más destacados. Cabe mencionar, además, el zar Alejandro I de Rusia, quien tuvo un papel clave en el Congreso y vino acompañado por sus consejeros Karl Nesselrode y el conde Andrey Razumovsky con el objetivo de unificar los Estados alemanes e implantar un régimen constitucional en Polonia. Estuvieron presentes también Francisco I de Habsburgo y Federico Guillermo III de Prusia (acompañado de Hardenberg y Humboldt), junto con representantes del Reino Unido, primero Lord Castlereagh y después el Duque de Wellington (quien tuvo que salir al auxilio de Europa cuando Napoleón escapó de la isla de Elba mientras se estaba celebrando el congreso en 1815) y antiguos aliados de Napoleón, como los reyes de Sajonia y de Dinamarca. También hubo españoles (marqués de Labrador), portugueses (Pedro de Sousa Holstein, Conde de Palmela; António Saldanha da Gama; Joaquim Lobo da Silveira), Estados germánicos (Hannover, Baviera y Wurtemberg), eslavos, nórdicos (Suecia) y enviados de los Estados Pontificios. Todos coincidieron en estar unidos y permanecer vigilantes contra los liberales, los republicanos y los ateos.
En el tiempo en que duró el congreso, los participantes estuvieron por Viena en residencias palaciegas, dando paseos por parques y bosques. Todo estos lugares fueron escenarios de ocio, banquetes y bailes; de estos hechos nació la frase del príncipe de Ligne: Le Congrés ne marche pas, il danse, y se llegaban a juntar hasta más de 2.000 caballos y otros tantos perros en las cacerías que celebraban. Una de estas actividades de ocio contó con un concierto de una cantata de Beethoven titulada El momento glorioso.
Como resultado de las negociaciones sostenidas en el Congreso se tomaron las siguientes decisiones:
- Francia perdió todos los territorios conquistados.
- Prusia recibió la Prusia Occidental, Posen, el norte de Sajonia y parte de las provincias del Rin y de Westfalia.
- El Imperio austríaco recuperó la mayoría de las zonas que había perdido frente a Napoleón y se le concedieron Tirol y Salzburgo que eran de Baviera, la Lombardía y el Véneto para compensar la pérdida de los Países Bajos austriacos y Dalmacia (incluida la República de Ragusa).
- Fue creada una Confederación Alemana de 39 estados, creada a partir de los 309 anteriores, bajo la presidencia del Emperador austriaco. Sólo las pequeñas partes del territorio de Austria y Prusia fueron incluidas en la Confederación.
- Rusia vio su territorio ampliado hacia el oeste. Confirmó su posesión de Finlandia y de Besarabia, además de la mayor parte del Gran Ducado de Varsovia.
- Noruega fue transferida de Dinamarca a Suecia.
- El Imperio otomano concedería cierta autonomía a Serbia, Montenegro, Valaquia y Moldavia.
- Hanóver consiguió los antiguos territorios del Obispo de Münster y Frisia oriental y pasó a ser un reino.
- A María Luisa, la esposa de Napoleón, le fueron otorgados Parma, Plasencia y Guastalla.
- Se ratificó la fundación del Reino Unido de los Países Bajos.
- El Reino de Cerdeña recuperó el condado de Niza y Saboya y recibió Liguria.
- La ciudad de Cracovia y sus alrededores conformaron la República de Cracovia.
- El Reino Unido se anexionó Heligoland, Malta, las islas Jónicas y otros territorios de ultramar.
- El reino de Polonia es transformado en el Zarato de Polonia o Polonia rusa y otorgada al Imperio ruso.
- Fuente: http://www.wikipedia.org/
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