Hijo de una familia eslovaca de profundas ideas comunistas, ingresó en 1938 en el Partido Comunista. Luchó en la clandestinidad contra la ocupación nazi y tras el fin de la guerra inició su carrera en el aparato del partido. Fue nombrado miembro del Comité Central en 1962.
La desestalinización llevó a que la política del entonces secretario del partido Novotny fueron crecientemente criticada dentro de las propias filas comunistas. En octubre de 1967, Dubcek y sus seguidores criticaron abiertamente la política de la dirección del partido, desencadenando una crisis interna que culminó con su nombramiento como secretario general el 5 de enero de 1968.
Desde ese cargo, Dubcek lanzó un amplio programa de reformas conocido como la "Primavera de Praga" (Marzo-Agosto 1968). Su política de liberalización buscaba lo que el denominó "el socialismo de rostro humano".
Sus reformas y la euforia popular que engendraron causaron estupor y profunda preocupación en los dirigentes de las "democracias populares" y en el Kremlin. Dubcek trató por todos los medios de dejar clara su fidelidad al Pacto de Varsovia y a la URSS, a la vez que defendía que las reformas eran un puro asunto interno.
No sirvió de nada. El 21 de agosto de 1968, las tropas del Pacto de Varsovia pusieron fin al proceso de reformas. La apesadumbrada población que, teniendo recientes las imágenes de Budapest en 1956, no hizo frente a los invasores, vio a Dubcek dar un discurso el 27 de agosto en el que confesaba entre lágrimas que se había perdido la mayor parte de lo conquistado en la "Primavera de Praga".
Fue destituido y enviado como agente forestal a un apartado lugar de su natal Eslovaquia. En este exilio interno tenía prohibido hablar con nadie que no fuera su familia si no contaba con un permiso especial.
Finalmente, durante la "Revolución de Terciopelo" que puso fin al régimen comunista en Checoslovaquia, se dirigió a una muchedumbre enfervorizada en Bratislava y posteriormente en Praga junto a Vaclav Havel. Fue elegido presidente de la Asamblea Federal en diciembre de 1989. Murió en 1992 a causa de las heridas de un accidente de automóvil.
La desestalinización llevó a que la política del entonces secretario del partido Novotny fueron crecientemente criticada dentro de las propias filas comunistas. En octubre de 1967, Dubcek y sus seguidores criticaron abiertamente la política de la dirección del partido, desencadenando una crisis interna que culminó con su nombramiento como secretario general el 5 de enero de 1968.
Desde ese cargo, Dubcek lanzó un amplio programa de reformas conocido como la "Primavera de Praga" (Marzo-Agosto 1968). Su política de liberalización buscaba lo que el denominó "el socialismo de rostro humano".
Sus reformas y la euforia popular que engendraron causaron estupor y profunda preocupación en los dirigentes de las "democracias populares" y en el Kremlin. Dubcek trató por todos los medios de dejar clara su fidelidad al Pacto de Varsovia y a la URSS, a la vez que defendía que las reformas eran un puro asunto interno.
No sirvió de nada. El 21 de agosto de 1968, las tropas del Pacto de Varsovia pusieron fin al proceso de reformas. La apesadumbrada población que, teniendo recientes las imágenes de Budapest en 1956, no hizo frente a los invasores, vio a Dubcek dar un discurso el 27 de agosto en el que confesaba entre lágrimas que se había perdido la mayor parte de lo conquistado en la "Primavera de Praga".
Fue destituido y enviado como agente forestal a un apartado lugar de su natal Eslovaquia. En este exilio interno tenía prohibido hablar con nadie que no fuera su familia si no contaba con un permiso especial.
Finalmente, durante la "Revolución de Terciopelo" que puso fin al régimen comunista en Checoslovaquia, se dirigió a una muchedumbre enfervorizada en Bratislava y posteriormente en Praga junto a Vaclav Havel. Fue elegido presidente de la Asamblea Federal en diciembre de 1989. Murió en 1992 a causa de las heridas de un accidente de automóvil.
- Fuente: http://www.historiasiglo20.org
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